En mi post acerca de las necesidades que tienen las empresas con respecto a blockchain, hablaba acerca de las múltiples opciones que tienen para crear un ambiente privado. Existen diversos factores que hacen a las empresas querer irse por este camino
- Escalabilidad: El volumen de transacciones que se pueden procesar en una blockchain privada varía entre 5 y 20 por segundo, mas el tiempo que se requiere para confirmarlas que puede tomar minutos por cada una, algo que es inaceptable para una empresa.
- Confidencialidad: En la mayoría de las blockchain públicas cualquiera puede ver todas la transacciones y sus detalles, lo cual no es lo más aceptable para una empresa que está en la misma red que sus competidores.
- Gobernabilidad: Cualquiera puede incorporarse a una blockchain pública, es parte de la naturaleza del concepto. Para un consorcio de empresas eso no es aceptable.
Me gusta comparar las blockchain públicas con un parque: Cualquiera puede entrar, quedarse el tiempo que le de la gana y ponerse a ver lo que están haciendo todos allí. Ahora imagina que dentro del parque existe un sólo baño; mientras no tengas prisa no hay ningún problema, pero cuando tienes que ir, tienes que ir. Y en ese tipo de casos preferirías estar en casa.
Las empresas normalmente tienen prisa, y aunque es cierto que no es el caso de todas y en todo momento, están normalmente acostumbradas la velocidad de estar en casa.
Esto es importante de considerar porque es la expectativa que tendrán nuestros usuarios finales, especialmente los que no están relacionados con la parte tecnológica y/o los que son más susceptibles (reacios) al cambio.
Blockchain no es inherentemente mejor o peor que las alternativas, es diferente. Depende del uso y escenario donde quiera aplicarse, las implicaciones serán distintas. Es por eso que el nuevo modelo debe representar un beneficio considerable para que valga la pena, como en cualquier otro cambio que se quiera implementar en una organización.